Las previsiones de tráfico se moderan hasta el +2% en 2019 (se mantiene la previsión del +5,5% para 2018) como consecuencia del cambio de tendencia observado en los pasajeros británicos y la reapertura de plazas del Mediterráneo que compiten con España a nivel turístico. Se mantiene la política de retribución al accionista en un pay-out del 80% sobre el beneficio neto, lo que implica una RPD 2019e del 5% (la más alta del sector).
Se pone de manifiesto la intención de acometer inversiones internacionales a través de participaciones de control, lo cual creemos que supondrá una dificultad para acometerlas, por la necesidad de autorización del principal accionista principalmente. Para llevar a cabo estas inversiones la compañía cuenta con un amplio margen (no se han dado detalles del óptimo de apalancamiento) por el desapalancamiento esperado (actualmente DN/Ebitda en 2,8x).
Se mantiene el plan de expansión inmobiliario y de capacidad en los aeropuertos del Prat y de Barajas, los cuales supondrán unas inversiones de 4.200 millones de euros hasta 2025. Además se busca potenciar el área comercial con un incremento de la superficie y una mejora funcional del modelo. Creemos que el plan deja de manifiesto que en el corto plazo existe cierta presión para el negocio pero que se están llevando a cabo medidas para mitigar estos efectos de cara al largo plazo, así como afrontar las buenas tendencias de largo plazo esperadas para el tráfico aéreo, no obstante, creemos que esto eleva el perfil de riesgo de la compañía, tanto por las inversiones previstas a nivel inmobiliario como a nivel internacional.
Ponemos nuestro Precio Objetivo en revisión, reducimos nuestra recomendación a Mantener.