La OCDE afirma que la expansión puede haber alcanzado ya su punto máximo y el crecimiento comienza a ser más divergente entre los diferentes países.
La OCDE cita como principales riesgos la escalada de las tensiones comerciales, un endurecimiento de las condiciones de financiación en las economías emergentes y un lento crecimiento de los salarios a pesar de la mejora del empleo.
Las estimaciones de crecimiento para Estados Unidos siguen siendo sólidas (+2,9% en 2018 y +2,7% en 2019) y las de la Eurozona (2,0% en 2018 y +1,9% en 2019) son prácticamente idénticas a las publicadas por el BCE la semana pasada (+2,0% en 2018 y +1,8% en 2019).